Cómo las mujeres en tecnología pueden impulsar la igualdad de género

Antonio Tejeda Encinas, presidente PCDD– Participación Ciudadana en Defensa de los Derechos Fundamentales, la Democracia y Derechos Digitales

La escasez de mujeres en campos STEM genera prejuicios de género en la industria tecnológica, donde muchos problemas son abordados desde una perspectiva predominantemente masculina.

Históricamente, figuras femeninas notables en STEM han sido pioneras en su campo, como Marie Curie, reconocida por su trabajo en radiactividad y la primera persona en recibir dos premios Nobel en diferentes disciplinas científicas, o Katherine Johnson, la brillante matemática que calculó trayectorias para la NASA en los primeros vuelos espaciales tripulados por humanos. A pesar de sus contribuciones excepcionales, su reconocimiento ha sido a menudo pasado por alto y subestimado.

Desde la infancia, las niñas enfrentan desafíos en las áreas STEM. La falta de modelos a seguir, junto con la percepción errónea de su supuesta incapacidad en estas áreas, así como la ansiedad asociada con los exámenes, a pesar de obtener calificaciones similares, son algunas de las razones por las cuales muchas evitan las carreras en ciencia y tecnología. En España, solo el 28% de los estudiantes optan por campos científicos y, de ellos, solo 3 son chicas.

Esta falta de representación femenina en STEM no solo contribuye a sesgos en la tecnología, sino que también limita el acceso al talento necesario en un campo con una creciente demanda. La inclusión y la diversidad de género son fundamentales para abordar esta disparidad desde una edad temprana, tanto en entornos educativos como laborales. Las empresas deben garantizar oportunidades equitativas de contratación y promoción, así como una cultura corporativa inclusiva que valore y apoye a empleados de todos los géneros.

Que haya empresas que estén comprometidas con la creación de una cultura laboral que fomente la igualdad de género es lo deseable. Ofrecer políticas de trabajo flexibles y programas de apoyo para el desarrollo profesional de sus empleadas, además de capacitar a sus líderes en diversidad e inclusión.

Al valorar y apoyar a todas las personas, independientemente de su género, las empresas pueden impulsar la innovación y el éxito empresarial, creando entornos laborales más inclusivos y diversos. Juntos, podemos avanzar hacia una mayor equidad de género y mejorar la productividad y los resultados en el lugar de trabajo.